Cómo elegir propósitos de año nuevo si no te gusta ponerte propósitos

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Trucos para elegir buenos propósitos incluso si no te gusta ponértelos

Me parece fascinante la belleza y fuerza de la energía de “nuevo comienzo” que flota en el cambio de año.
Sin embargo, no todo el mundo es tan fan de los propósitos de año nuevo.

Y también entiendo que aunque se hace con toda la buena intención, los propósitos de año nuevo también pueden provocar algo de agobio y desencanto, como cuando uno siente que falla.

Por eso, me gustaría compartir hoy algunas ideas sencillas que pueden darte una nueva perspectiva a la hora de ponerte propósitos.

Te animo a que los leas porque seguro que alguno te ayuda,  tanto si eres de las personas a las que le gustan los propósitos de año nuevo como si eres de las que “no cree” en ellos, porque todos nos proponemos metas en algún momento

1- Nunca es tarde

Como dice la cita “hoy es el primer día del resto de mi vida”, puedes comenzar cosas y ponerte metas en cualquier momento

Es verdad que si “cada día” tienes una idea nueva, no hay manera de concentrarse en algo, pero si se te ha pasado el 1 de enero, puedes seguir aprovechando la energía de nuevo comienzo  del mes de enero.
Y si se te pasa enero, puedes comenzar en el mes siguiente.
O por tu cumpleaños.
Incluso ¿por qué no?, cuando un libro o una película te conmueve y te hace reflexionar sobre algo.

2- Hazte esta pregunta (unas cuantas veces)

Una de mis ideas favoritas del método Konmari es que antes de comenzar a organizar recomienda que visualices cómo quieres que quede el espacio y te preguntes “¿por qué quiero que quede así”?.
Y que cuando tengas la respuesta (llamémosla x), vuelvas a preguntarte: “¿y por qué quiero x?” unas cuantas veces (mínimo 3 en total), hasta que llegues al núcleo de la cuestión

En mi opinión, esta pregunta es súper poderosa a la hora de proponerse cualquier cosa porque:

  1. ayuda a reconocer si de verdad es una meta que quieres por ti o si es algo que crees que se espera de ti (“impuesta” desde fuera)
  2. te muestra qué es lo esencial

Por ejemplo, imagínate que tu meta es “ahorrar una cantidad x de dinero”.

La primera pregunta sería “¿por qué quiero ahorrar x?

Digamos que tu respuesta es “porque quiero comprarme un coche”. 

Entonces seguirías preguntado: “¿Por qué quiero comprarme un coche?” – porque así podría ir a nosedonde sin usar el transporte público – ¿Por qué quiero ir a nosedonde sin transporte público?

Si la respuesta es por ejemplo “porque queda mejor ir en coche particular”, igual no es tanto una meta “tuya” sino algo más orientado en la imagen que le proyectas a los demás.

Si la respuesta es en cambio algo como “porque es más rápido y me permitiría pasar más tiempo con mi familia”, sabes que lo importante para ti es el tiempo que ganas para pasarlo con tu familia.
Puedes replantearte si de verdad ganarías tiempo (calculando el tráfico y tiempo de aparcar), si hay otra meta mejor para tu fin (pasar tiempo con la familia) o incluso elegir mejor el tipo de coche.

Y si a unas malas no llegas a la meta deseada exactamente, quizá puedes incorporar otras rutinas o alternativas en tu día a día para disfrutar lo que te importa realmente.

3- Ten compasión contigo misma

Como hemos visto en el punto anterior, la meta no es cumplir a rajatabla lo que te has propuesto sino acercarte a una forma de vida que deseas

Así que no tienes que castigarte si no llegas a la “perfección”; recuerda que el hecho de haberte propuesto la meta, sobre todo cuanto más interés y empeño le hayas puesto, ya te ha hecho mejorar.

Y si hay algo que crees que podrías mejorar, puedes replantearte el método y como vimos en el punto 1: puedes volver a empezar cuando decidas tú.

Extra: 2 pequeños trucos relacionados con la “palabra del año”

Palabra del año

¿Has oído hablar de la palabra del año?

Mucha gente elige una cualidad o idea en la que quiere centrarse el año que entra o a la que quiere dejarle más espacio en su vida. 

Algunos ejemplos para palabra del año podrían ser: amabilidad, atención, compasión, calma, aventura, deporte, diversión, generosidad, orden, alegría, creatividad, autoconfianza, disciplina, fe, energía, amistad, crecimiento, cuidado, esperanza, honestidad, etc.

A mi me encanta el concepto de palabra del año, pero a veces se me olvida a lo largo del año. 

Hay muchas maneras de intentar recordarla a menudo (como hacerte un mural tipo moodboard, elegir afirmaciones relacionadas, etc), pero si no tienes el tiempo para hacerlo , estos son los 2 truquitos más rápidos y efectivos para recordar y tener “fresca” tu palabra:

  • Elige un salvapantallas en el móvil con la palabra o con una imagen que te la recuerde  
  • Procura cambiar la imagen por lo menos una vez cada 3 meses, para que tu vista no se acostumbre tanto que ya no le eches en cuenta (y por cierto, si una palabra para todo el año te es demasiado, también es buena idea cambiar de palabra por trimestre)

Espero que estos pequeños trucos te hayan animado a ponerte los propósitos que te apetecen sin tener “miedo” de no poder cumplirlos

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2 comentarios

  1. Feliz año para ti, Miyuki y para todos los que te seguimos!!

    Aunque yo ya tengo mis propósitos fijos, copiados del psicologo Rafael Santandreu: no quejarme, apreciar lo bueno que me rodea y ponerle pasion a todo lo que hago por pequeño que sea, exploraré los consejos que nos propones que siempre son muy útiles!!

    Un beso enorme y que tengamos un año fabuloso!!

    Isi

    1. Qué maravilla de propósitos!!!
      Me encanta lo que dice Santandreu.

      Muchas gracias por compartirlo y por tus deseos de año nuevo 🎊
      A ti y a los tuyos también muy buen año ☺️

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