Sucedáneos de café
Las alternativas sin cafeína que más se acercan en sabor al café: ventajas nutritivas y cómo prepararlas
En ocasiones necesitamos sustituir el café, por ejemplo cuando nuestro organismo no lo tolera o si queremos usarlo para alguna receta de la que van a tomar también niños.
En este artículo podrás leer sobre distintos sucedáneos de café: cuáles son los más conocidos, cómo saben y cómo usarlos.

Índice
Qué es el sucedáneo de café
Hay varios “cafés” que aunque tengan ese nombre, no son café en el sentido estricto, porque no están hechos con granos de café, sino que se consiguen tostando otras plantas.
En Europa, muchas de estas bebidas tienen incluso un origen mucho más antiguo que el del café, aunque hoy en día su uso se ha reducido tanto que muchas ya casi ni se conocen.
Sin embargo, muchos recordamos historias de nuestros abuelos en la que cuentan cómo en momentos de escasez de café (como en la posguerra), las bebidas a base de cereales fueron muy populares.
Ventajas de los sucedáneos del café
Sin ánimo de devaluar en absoluto al café (en este completo artículo de “Nutrición al grano” puedes leer todo lo que se necesita saber del café), los sucedáneos del café tienen algunas cualidades que las hacen muy interesantes:
- No contienen cafeína
- Aportan minerales y otros nutrientes beneficiosos para el organismo
- No alteran la mucosa gástrica ni provocan acidez
Variedades de sucedáneos de café
Los sucedáneos de café se obtienen tostando y pulverizando distintos tipos de plantas.
Muchas marcas, sobre todo las que venden el sucedáneo de café soluble (a veces lo llaman granulado), preparan una mezcla de varios de estos cafés. El resultado es más o menos amargo dependiendo de la proporción de los ingredientes.

Café de malta
Tiene un sabor muy suave y por ello, a los que buscan un sustituto al café no suele parecerles comparable, pero a cambio, es muy versátil (con él puede prepararse el mugicha japonés o boricha coreano).
Se consigue al tostar cebada y aporta vitaminas B1, B2, B6, B12, ácido fólico, niacina y creatina, aparte de pirazina (que mejora la circulación sanguínea), GABA (que baja la tensión arterial) y ácido p-cumárico (antibacteriano que ayuda a mejorar la flora intestinal).
Café de algarroba (o altramuces)
Por su sabor y color bastante fuertes, es de los que más se acerca al sabor del café (haciendo una prueba casera, mi marido y dos amigos no notaron diferencia al café, servido con un poco de leche y sin azúcar).
Como se obtiene tostando altramuces, que es una legumbre, aporta proteína.
Además es rica en mucílago (una clase de fibra soluble que actúa contra las inflamaciones de las mucosas), taninos (antioxidante), vitaminas del grupo B, pro vitamina A y minerales como el potasio, el fósforo, el magnesio, el calcio, el silicio y el hierro.

Saben distinto pero el color es prácticamente igual
Café de achicoria
Se extrae de la raíz de la planta achicoria. Su sabor amargo es bastante similar al del café, lo que lo ha convertido en un sustituto muy popular.
Aporta inulina (un prebiótico que se considera que ayuda a mantener el nivel de azúcar en sangre de forma constante, y a estimular el aumento de bífido bacterias), minerales (como el potasio, el fósforo y el calcio) y ácidos grasos esenciales linoleico (omega 6) y alfa linolénico (omega 3).
Sin embargo se recomienda evitar su consumo durante el embarazo, ya que podría provocar contracciones.
Café de cereales
La mezcla más común es la de cereales tostados, generalmente, cebada, malta y centeno. Muchas veces se les añade achicoria para conseguir que sea más amargo o higo seco para que esté más dulce.

Preparar sucedáneo de café
Hoy en día se pueden adquirir fácilmente muchos tipos de sucedáneo de café, tanto para preparar hirviéndolo, como en versión soluble (que no hace falta hervir porque es el equivalente al café instantáneo).
Cómo preparar sucedáneo de café hervido

- Hervir el sucedáneo de café en agua durante 3-5 minutos. La cantidad varía dependiendo de la marca, pero por lo general, se recomienda usar 1 o 2 cucharitas de “café” por taza.
- Colar
- Servir al gusto (caliente o frío; con o sin leche; endulzado o no)
Cómo preparar sucedáneo de café soluble
- Echar 1 o 2 cucharitas del “café” granulado en una taza.
- Añadir un poco de agua (un chorrito de unos 10-20 ml, no tiene por qué estar caliente) y remover unos segundos, hasta que se diluya. Este paso no solo hace que sea más fácil evitar grumos; también ayuda a que se desarrollen los matices del aroma y esté más rico.
- Llenar la taza con agua caliente o fría (al gusto). También se le puede añadir leche y endulzar al gusto.
Alternativa: tras el paso 2 (una vez que se ha diluido el café en un poco de agua), se puede sustituir el resto del agua por leche. El resultado es algo parecido a una bebida de cacao y queda muy bien con miel.

Usos para el sucedáneos de café
Aparte de como bebida, los sucedáneos de café pueden usarse para cualquier receta que requiera café: tiramisú, helados… (mi postre favorito con el que siempre uso sucedáneo de café es este flan).
No soy muy cafetera. Muy completo el artículo.
Muchas gracias, Sagra. ¿Cuáles son tus bebidas favoritas?
El agua!!! Ja..ja… encima mi marido trabaja en una embotelladora de agua de Nestlé y me sale gratis.
XD
Si al final es lo mejor.
A mi me encantan los tés y las infusiones, pero lo que más bebo es agua (a menudo caliente pero sin nada)
La verdad es que yo prefiero este tipo de sucedáneos porque no contienen cafeína y además traen minerales y vitaminas.
Me parecen muy ricos y me encanta con leche y miel.
Leí que di se prepara primero mezclando bien con poco de agua y luego echas cualquier forma (caliente o frío ) de agua o leche, el sabor se vuelve increíblemente mejor.
A mi también me encantan con leche y un poquito de miel.
He visto que en Japón se habla bastante de que diluir el polvo de instantáneo en unas cucharitas de agua antes de añadirle el resto de agua o leche y he incluido un link. Gracias por la aportación 😀