Cómo ser más paciente en momentos estresantes

Compárteme

El día a día puede traernos momentos estresantes que pueden sacarnoS de nuestra calma. Descubre un truco que puede ayudarte a ser más paciente y comprensiva

Cómo ser más paciente en momentos estresantes: todos queremos ser personas tranquilas, pero a veces nos encontramos en situaciones que hacen tambalear nuestro equilibrio.
Hacerte una simple pregunta en esos momentos estresantes puede ayudarte a mantener la calma.

No te prometo que con esto no vuelvas a enfadarte nunca contigo misma o gente de tu entorno, pero seguro que te ayudará a ser más comprensiva y a sentirte más en armonía.

Truco para madres: cómo ser más paciente en momentos estresantes

AfirmaciÓn “Elijo amor”

El truco que del que hablo en este post NO es una afirmación, pero la historia empieza aquí: llevo meses escribiendo el diario de 5 minutos (“The Five-Minute Journal”) y un punto que me gusta mucho es el de escribir una afirmación para el día.

Una afirmación es una frase que eliges para recordarte cuáles son tus valores y metas personales.

Una especie de mantra que guía tus pensamientos y acciones.

Hace unos días decidí aplicar como afirmación un lema que leí alguna vez en alguna parte:

“I choose love” (elijo el amor)

Afirmación: elijo amor

Para mí significa procurar que mis acciones estén guiadas por amor, lo opuesto a lo que sería basarlo en el miedo, y me gusta porque neutraliza sentimientos negativos e incluso ayuda a no tenérselo tan en cuenta a las personas que los provocan.

Ejemplo 1: da motivación positiva

Digamos que no tengo muchas ganas de cocinar pero decido que tengo que ponerme manos en la masa.

La motivación guiada por el miedo, sería “tengo que cocinar, porque si no, mi familia se va a quejar de que tiene hambre. Eso me convierte en mala madre/esposa y van a dejar de quererme”.

Al contrario, una motivación guiada por el amor sería pensar “voy a cocinar para que tengamos algo rico y sano de comer: lo disfrutaremos todos más que comprar un par de sándwiches”.

Con la primera forma de pensar, basada en el miedo, siento obligación.

Con la segunda, basando mi acción en el amor, me siento más tranquila. Incluso hace que la tarea se me haga más ligera, porque el imaginarme cómo va le va a hacer bien a alguien (incluida a mí misma) es bonito y motiva.

Ejemplo 2: ayuda a ser más comprensivos

Hace unos días iba con los niños (de 1 y 3 años) en un autobús lleno, sin aire acondicionado y llegando con retraso a nuestra cita.
Los niños se sentirían incómodos, porque empezaron a estar inquietos, y el pequeño, a llorar.

Sé que es muy pesado soportar a niños pequeños que lloran en el medio de transporte, pero por desgracia bajarnos hasta que se calmase no era una opción, así que hice lo que consideré que estaba en mi mano en el momento, intentar calmarlo (que no funcionó porque lo que tenía era calor).

Poco después, una señora me dio un empujón antes de bajarse del autobús y me gritó “¡usted está loca!”.

Me indigné mucho, y lo peor es que a lo largo del día, cada vez que recordaba a la señora, me enfadaba más.

Hasta que un par de días después recordé mi afirmación y tuve una revelación: ¿Por qué actuó de esa forma (tan hiriente para mi) la señora del bus? ¿Quizá tenía un mal día? ¿O si está descontenta con en general porque siente que no la valoran? ¿Quizá está agobiada por alguna situación de su vida actual?

Entonces sentí una lástima genuina por esa señora y curiosamente, dejar de estar molesta con ella me hizo sentir liberada.

En esta situación, pensar desde el miedo me había provocado sentimientos negativos de enfado.

Sin embargo, mirarlo con ojos de amor me ayudó a tomar distancia con el asunto, aceptando que el problema no era yo, sino la actitud puntual de la otra persona (que tampoco es que sea “mala”, sino que seguramente tuviera sus preocupaciones y en otras circunstancias no hubiera querido haberme herido).

Autocompasión en momentos estresantes

Pero obviamente, no puedo aplicarme esta afirmación todo el tiempo; soy humana y tengo momentos de debilidad.

Por ejemplo, hace unos días, preparando a los niños para salir de casa, empecé a notar cómo me estaba poniendo de mal humor por la de veces que se distraían.

Truco para madres: cómo ser más paciente en momentos estresantes

Conforme notaba que estaba perdiendo la paciencia, además empecé a reprochármelo en mi interior.

Eso me estaba provocando un mayor malestar porque me estaba haciendo recordar las veces que NO sigo mis principios (más de las que me gustaría), lo que traduje como “vaya desastre de persona”.

Hasta que me di cuenta de lo irreal de mis propias expectativas.

Tener ideales es estupendo, pero somos humanos y eso quiere decir que no somos perfectos.

Obviamente, a veces fallaremos. Eso no debería ser motivo para pensar “no consigo mis objetivos”, si no más bien “ahora no estoy consiguiéndolo, pero eso no quiere decir que sea incapaz”.

Tener unos ideales es maravilloso, pero es importante aceptar que como humanos, en algún momento tendremos momentos de flaqueza.

En vez de castigarnos por ello, ¿no sería más productivo y motivador recapacitar sobre cuál es el problema oculto?

Relacionado: Meditación guiada RAIN de la autocompasión

el motivo oculto de la impaciencia

¿Qué tienen en común el lema de “actuar desde el amor” con el no perder la paciencia?

“Actuar desde el amor” implica para ser amable y paciente con los demás; realmente, un valor muy universal.

En el caso que acabo de contar, lo primero que hice el otro día, al notar que estaba perdiendo la paciencia, fue reprocharme no ser más amable y paciente con los demás.

Lo cual es un poco irónico: estaba intentando cuidar de los demás y tener paciencia con ellos (mis hijos en este caso) sin tener en cuenta mis necesidades ni sin ser paciente conmigo.

Pero mis necesidades también forman parte de mi vida, y por ello, de nuestra vida familiar, y parte también de la sociedad.

Por eso, al igual que niños pequeños, mis necesidades, cuando sienten que no las estoy atendiendo, se vuelven cada vez más insoportables e intentan llamar mi atención con berrinches o “portándose mal”.

Cómo ser una madre más paciente
Este no es mi hijo; es cómo se siente tu “niño interior” cuando lo ignoras

En el caso de esa mañana, mi parte descuidada me estaba generando como señal impaciencia con los demás.

Cuando he dormido bien, me siento querida y estoy a gusto en mi cuerpo, me da bastante igual si por ejemplo en la frutería se me cuela alguien.

Ahora, si siento que en ese momento la vida no es del todo “justa” conmigo, me molesta cualquier cosa.

Obviamente, quizá en el momento no pueda cubrir la necesidad totalmente; por ejemplo, si tienes falta de sueño y no puedas echarte una siesta ahora mismo.

Pero quizá podamos:

  • 1- Determinar qué pequeño gesto es posible en el momento
  • 2- Tenerlo en cuenta para evitar el problema en ocasiones futuras

Volviendo al ejemplo de por la mañana, al parar y reflexionar en qué necesitaba, me di cuenta que por lo pronto era hacer pis y lavarme los dientes.
Al prestar atención a lo que me “faltaba” en el momento, noté que lo que me molestaba era sentir que los niños me parecían poco cooperativos mientras yo aún no había tenido para un aseo básico.

Tras darme unos minutos en el baño, mi estado estaba mucho mejor.

Conclusión

Cuando empieces a notar que estás perdiendo la paciencia, es momento de parar y preguntarte “¿qué necesidad no cubierta tengo?”.

Cómo ser más paciente

Posibles carencias que te hacen tener menos paciencia

Aquí te dejo algunos ejemplos típicos en el día a día de una mamá de “qué necesidad no cubierta puede estar afectando mi actitud o comportamiento”.

  • 1- Necesidades físicas básicas: suena a chiste, pero en serio; ¿estás segura de que has ido al baño en las últimas horas? ¿Y seguro que has bebido? ¿No tienes hambre? El “hangry” (estar enfadado por tener hambre) es real. Y de dormir tampoco hace falta hablar mucho. Si estás de muy mal humor porque no has dormido, no te lo reproches. Reconoce que estás cansada, intenta cerrar los ojos unos segundos, y acepta que no vas a estar al 100% hasta que descanses. ¿Verdad que tampoco le exigirías el 100% a alguien pachucho? Tu “yo” sin dormir tampoco está plenamente en forma.
  • 2- Necesidades físicas avanzadas: a un nivel más refinado que el anterior, ¿estás a gusto con tu sensación corporal? Que te duela la cabeza o la espalda no es excusa para ser borde con el entorno (igual que ser una persona mayor con achaques no debería ser excusa para ser maleducado en la cola mercado), pero puede ser uno de los motivos por el que estés más amargada y negativa. Tenlo en cuenta y piensa, ¿hay algo que puedas hacer para aliviar tus síntomas o mejorar tu estado de salud? Por ejemplo, hacer ejercicio, meditar…
  • 3- Sensación de justicia: pongo un ejemplo familiar; uno de los motivos por los que sentía desequilibrio de responsabilidades en casa (traducido, por las que me enfadaba con mi marido) era porque él tenía reservadas dos tardes de gimnasio a la semana y yo no tenía ningún tiempo de ocio privado. Es muy positivo que mi marido haga el deporte que a él le ayuda a sentirse bien, pero cuando sentía que no soy correspondida, terminó convirtiéndose en tema de conflicto. Creo que esto es aplicable de un modo u otro a toda la sociedad. Por eso, si notas que ese es el problema escondido en tu caso, ¿cómo se puede hablar del tema sin que nadie se sienta atacado?
  • 4- Sentirse apreciada: muchas veces hacemos las cosas gustosamente, pero nos desgasta la falta de reconocimiento. ¿Podrías comunicárselo al interlocutor sin que se sienta reprochado?
  • 5- Sensación de seguridad: sentirnos seguros da tranquilidad y sentirse inseguro puede ser motivo de agobio y preocupación. Por otra parte, nada en la vida es 100% seguro… Una disyuntiva con la que tenemos que aprender a vivir.
  • 6- Falta de inspiración: ¿te falta chispa? ¿sientes apatía o falta de alegría? Quizá te ayude ver una película, leer un libro, buscar activamente algo que te emocione… Si tiene que ser rápido, ¿qué tal oír una canción que te guste?

Relacionado: Descarga gratis tu lista Cosas para sentirte mejor en menos de 5 minutos

Sentirse mejor en 5 minutos

Tener más paciencia

Hemos visto que una posible razón por la que pierdes los nervios con los demás es que no te estás tratando a ti con el cariño que necesitas.

Si quiero ser amable y paciente con los demás también tengo que ser amable y paciente conmigo.

Por eso, si de este post solo quieres quedarte con tres frases, que sean:

“¿De dónde viene este malestar mental que siento? ¿Tengo una necesidad no cubierta? ¿Qué puedo hacer para aliviarla?”

Personalmente, esto me hace pensar que como siempre, todo se puede aplicar a todos.

Me refiero a que por ejemplo, (no sé si te pasa lo mismo) a mí me desespera cuando mis niños lloran y no sé qué les pasa. Si tengo la sensación de que lloran sin motivo, me pone de los nervios. Pero lo que he contado en este post me hace pensar que quizá, nunca lloran “por vicio“.

Y cuando digo mis hijos, también me refiero al resto de la familia, mis amigos… y en general, al resto del mundo.

¿Te has parado a pensar que quizá la razón por la que los demás se comportan de forma desagradable es porque también tienen alguna necesidad no cubierta?Con esto no quiero excusar a nadie por su mal comportamiento, pero quizá verlo desde esta perspectiva te ayude a encontrar algo de paz.

Recapitulando

La próxima vez que notes que vas a perder la paciencia, respira hondo y pregúntate:

¿por qué me molesta tanto? ¿Es porque siento una carencia? En ese caso, ¿qué puedo hacer para cubrirme esa necesidad?

A veces no tenemos en cuenta que un pequeño gesto que alivie nuestro malestar interno puede darnos mucha más soberanía en situaciones de estrés externo.

Me interesa tu opinion. ¿Crees que esta técnica te puede ayudar?

Compárteme

Publicaciones Similares

3 comentarios

  1. Tienes mucha razón, es inevitable perder los nervios, y más aún si eres la madre de 2 niños pequeños y con falta de sueño.
    Lo que me parece estupendo es que eres muy observadora contigo misma.
    Eso te hace crecer.
    Creo que ese es el momento de la vida más ocupado.
    Pero también tiene los momentos más felices cuando los veas desde con perspectiva desde el futuro.
    De todos modos, creo que te ayudará que duermas lo suficiente cada día y que haga algunos ejercicios corporales para sentirte bien , por muy cansada que estés. El estiramiento y la respiración profunda unas cuantas veces pueden ayudarte un poco.

    1. Muchas gracias por un comentario tan completo.
      Yo también creo que dormir bien y estar en buena forma son esenciales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *