Cómo incorporar mindfulness a tu vida cotidiana

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Ideas para practicar atención plena en el día a día 

Cada vez se oye más sobre beneficios del mindfulness. ¿Pero cómo se practica? Aunque la forma más tradicional de cultivarla es a través de una práctica de meditación, la vida cotidiana también ofrece muchas oportunidades para practicar mindfulness.

En este artículo encontrarás ideas fáciles para aplicar más conciencia a momentos de tu vida diaria.

Mindfulness escrito sobre arena

Mindfulness en el día a día 

No sé si te pasa, pero a mi, por mucho que me cuenten que meditar es buenísimo, me cuesta trabajo quedarme sentada.
Creo que la meditación es una actividad que de primeras parece un poco contra intuitiva: primero, porque no estamos acostumbrados a “no hacer”.

Además, no hay una confirmación externa que nos diga si lo “hacemos bien”.
Y como a veces los efectos tardan en notarse (o lo hacen de forma sutil), es muy fácil dejar la práctica de la meditación.

Sin embargo, hay buenas noticias: aunque la práctica clásica de por lo menos unos 20 minutos varias veces a la semana es la mejor base, también hay cierto consenso en que es mejor micro dosificar la práctica y adaptarla a la capacidad que tengamos ahora, que sobreesforzarse o directamente procrastinar con la excusa de que nos cuesta demasiado o de que no tenemos tiempo.

En esta línea, algunos profesores de meditación consideran que no es obligatorio sentarse para meditar, sino que podemos tomar muchas actividades como oportunidades para practicar mindfulness.

Cómo incorporar mindfulness en situaciones de la vida cotidiana

Casi todo lo que hacemos se puede usar como práctica de mindfulness.

Para ello solo tenemos que procurar concentrarnos en la actividad del momento.

Esto no quiere decir que lo hagamos mal si nos vienen otros pensamientos; la mente está hecha para tener pensamientos. Así que es normal que divague. Es su naturaleza.

Yo me lo imagino así: el hecho de que la mente divague es el equivalente a que el pelo largo se enrede.
Aunque nos desenredemos el pelo, tarde o temprano (dependiendo de lo que hagamos con él o del viento que haga), volverá a enredarse.
Pero aún así, hay diferencia si de vez en cuando nos tomamos el tiempo para peinarlo que si jamás usáramos un acondicionador y peine.

Lo bueno de dedicarle más atención al momento es que:

  1. potenciamos la satisfacción de las actividades que nos gustan
  2. nos podemos sentir mejor en los momentos menos buenos 
  3. conseguimos disfrutar en los momentos considerados más neutros. 

Mindfulness en actividades placenteras

Dedicarle más atención a las cosas que nos resultan agradable, en principio, no cuesta mucho trabajo y es agradable.

Sin embargo, no siempre lo hacemos.

Por ejemplo, todos hemos experimentado el placer del primer bocado de una comida que nos gusta.
Pero muchas veces no nos paramos a saborear más que ese primer bocado. ¡O a veces, ni eso!

Un ejemplo bastante conocido para practicar esto es la “meditación de la pasa”.

No es que esté diseñada especialmente para “disfrutar” más la comida, pero me parece un buen ejercicio para desarrollar la atención con la comida:

Meditación de la uva pasa
Meditación de la uva pasa
Foto de Erda Estremera

Ahora tú: ¿a qué actividades placenteras podrías aplicarles algo más de mindfulness?

Mindfulness en actividades tirando a neutras

También es bastante sencillo practicar algo de mindfulness durante actividades rutinarias. En esta categoría entran la mayoría de las actividades que tenemos hacemos a lo largo del día, como el aseo personal, las tareas domésticas, procesos en el trabajo que tenemos ya automatizados…

En sí, la práctica de conciencia plena no busca hacer las actividades más placenteras, pero personalmente me cuesta mucho no apreciar más las actividades cuando las observo con atención.

Por ejemplo, normalmente no pienso mucho en el acto de andar.
Lo “normal” para mi es que cuando ando para ir a alguna parte, voy pensando en algo que me ha pasado, algo que tengo que hacer.
Sin embargo, cuando decido centrarme en la sensación de mis pies por ejemplo, intentando no juzgar, suelo sentirme por lo general más ligera y liberada.

Ahora tú: te animo a que elijas una actividad a la que normalmente no le prestes mucha atención y que por lo menos HOY intentes tomarla como una oportunidad para practicar mindfulness (aplicándole algo parecido a la “meditación de la pasa” que vimos antes). 

Mujer lavando platos

Mindfulness en momentos menos placenteros

Centrar la atención en algo neutro ayuda a tomar contacto con esa calma interior que todos tenemos en alguna parte (algunas veces más escondida que otras).

La práctica de la meditación recomienda concentrarse en la respiración y observar los pensamientos y emociones que nos surgen con curiosidad pero sin aferrarnos o identificarnos con ellos.
Y esto es un entrenamiento estupendo que podemos en situaciones que nos estresan.

Por ejemplo, la próxima vez que estemos en una situación incómoda, como en un autobús lleno en el que hace calor, podríamos centrar la atención en la respiración, notar qué pensamientos nos vienen… pero en vez rumiaren ellos, darles vueltas o echarles leña, podríamos decidir dedicarle más atención a la respiración. Tomarla como ancla.
A mucha gente también le ayuda hacer un repaso mental de la postura para notar si tenemos alguna parte del cuerpo innecesariamente tensa.

Ahora tú: ¿crees que la próxima vez que estés en una situación de cierta tensión podrás pensar, aunque sea por un instante, en tu respiración y en tu postura?

Conclusión

Podemos practicar mindfulness/conciencia plena en muchas actividades y situaciones cotidianas,
Eso sí, recuerda que es una práctica y no es algo con la finalidad de hacerlo “perfecto” (porque, ¿qué es la perfección…?).

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5 comentarios

  1. Qué consejos tan fabulosos, Miyuki!! Son sencillos, los voy a poner en práctica y ya os contaré el resultado😘

  2. Últimamente practico el yoga con mucha concentración y me encanta. Me he dado cuenta que en mi caso algo de movimientos me ayuda mucho más relajar.
    He leído lo que has recomendado aquí con las pasas uvas. Me encanta comer pero me he dado cuenta de que como demasiado rápido sin saborear tanto.
    Si hiciera este ejercicio, seguro que disfruto más.
    Muchísimas gracias por haberme dado la oportunidad de pensar en estas cosas.
    En la situación incómoda y tensa sería realmente un reto poder practicar el mindfulness…
    Pero es muy buen consejo realmente.
    Muchísimas gracias por tus ideas que me ayudan a intentar ser mejor yo 🙇‍♀️

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