Dormir suficiente cuando se tienen hijos pequeños
Aprovechar el tiempo mientras los niños duermen: ventajas de acostarse temprano cuando se es padre
¿Es posible dormir lo suficiente cuando se tienen niños pequeños en casa?
Se dice que todos tenemos de promedio unas 200-300 horas de retraso en “cosas que hacer”.
Con bebés o niños que aún dependen de ayuda adulta para casi todo, parece que el único momento para ponerse al día es después de que se hayan ido a la cama. Pero quedarse despierta hasta tarde no está libre de inconvenientes.
En este artículo me gustaría compartir mi experiencia tras probar a acostarme más temprano durante 4 meses, pasando de 1-2 A.M. (e incluso más tarde) a 22-23.

Índice
Desventajas de usar la noche para hacer cosas
Siempre me he considerado una persona nocturna.
Desde que iba al colegio me parecía que de noche era el momento más tranquilo para hacer la tarea, estudiar o relajarse (leyendo o mirando una película; en mi infancia no había internet).
A cambio, siempre me costó levantarme por las mañanas y mi lema siempre fue que 1 minuto más de sueño por la mañana valía como por 10.
Así que cuando tuve a mi primer hijo y luego al segundo, me pareció que lo más lógico era esperar a acostarlos para hacer ciertas cosas (desde tender ropa hasta ver Juego de Tronos).
Como todo casi padre que conozco, en casa nos faltan horas para dormir y para hacer cosas por doquier, así que hace 4 meses, reconozco que más bien por desesperación, decidí probar como experimento cambiar el ritmo para acostarme antes y levantarme pronto.
Sorprendentemente para mí, que no tenía grandes expectativas, he llegado a la conclusión de que para mí, este ritmo es mucho más productivo.
La semana pasada tuve sin embargo alguna “recaída” a horarios antiguos y eso me ha hecho más consciente de por qué no me cunden tanto las horas nocturnas:
De noche cuesta cumplir los límites de tiempo
Por mucho que me haya puesto una hora límite, de noche me siento muy tentada a alargarla. Siempre pienso que un capítulo más de mi comedia favorita, organizar el papeleo o una miradita al Instagram no me van a hacer daño.
Pero la verdad, siempre termino pagándolo (quizá no directamente tras una noche, pero tras varias, seguro).
Las pantallas contribuyen a una peor calidad de sueño
Lo había leído muchas veces, pero no quería creérmelo porque siempre me pareció relajante ver alguna serie para desconectar al final del día.
Sin embargo, la semana pasada lo noté en mis carnes: tras unos meses evitando todo tipo de pantallas por lo menos 30 minutos antes de dormir, vi una película justo antes de dormir y luego me costó mucho conciliar el sueño (y eso que era infantil; no tenía un tema que quitase el sueño).
Mi conclusión es que merece la pena desconectar 1-2 horas antes de dormir, pero una vez que empiezas a hacer cosas online es muy difícil parar, sobre todo en la tranquilidad de la noche.
Así que en mi caso lo que mejor me funciona es directamente dejar las cosas online para el día (por lo menos hasta que me compre unas gafas de bloquear luz azul).
No se es tan productivo
Si soy objetiva, de noche no soy muy de provecho.
Quizá puedo tender la ropa o hacerme una lista de cosas que tengo pendientes para el día siguiente. Podría incluso pagar alguna factura, pero ¿tareas largas que requieran concentración continuada?
Primero, me apetece poco, por lo que por cada pequeña cosa “productiva” que haga, me obsequio con demasiado tiempo de algo improductivo (como el consumo inconsciente de medios sociales).
Segundo, muchas veces me quedo dormida sin quererlo (normalmente sin tapar, con la luna encendida o en malas posturas).
Es fácil ser indulgente
Las galletas que viven en el fondo de nuestro armario me llaman cual sirenas siempre que miro series de noche. Alguna vez leí que esto pasa porque de noche, nuestro organismo nos pide alimentos más calóricos que a otras horas.
Los niños notan que “van a perderse algo”
Cuando queremos que los niños se duerman pronto para irnos nosotros a hacer otra cosa, ellos se esfuerzan más para no dormirse, porque no quieren perdérselo.
¿No te ha pasado sin embargo que tu bebé se queda dormido muy fácilmente si tú también te duermes? Durante mi segundo embarazo mi hijo ya no necesitaba dormir siestas, pero yo sí, así que me me echaba la mía. En algún momento, también se quedaba dormido él, cosa impensable en cualquier otra situación.
Puede separar los horarios de la pareja
Aunque depende de cada familia, es bastante común que las mamás aprovechen los últimos minutos antes de dormir para todas esas cosillas pendientes, mientras los papás se van a la cama lo antes posible para poder levantarse para el trabajo al día siguiente.
Por lo menos, en nuestros caso esta diferencia de horario era muy clara, porque mi marido se levanta antes de las 6, mientras que yo me levantaba más o menos con los niños porque trabajo por las tardes.
A mi marido le daba una especie de envidia verme dormida cuando él tenía que irse a trabajar, así que ahora que he acercado mis horarios de sueño al suyo se siente acompañado y estamos más a gusto.
También podría interesarte: 8 estrategias para disfrutar el momento según la ciencia
Ventajas de acostarse y levantarse temprano cuando se tienen niños pequeños
Como “amante de la noche”, siempre he encontrado motivos para defender que de noche se puede ser tan productiva como por la mañana.
Pero como acabo de contarte en el apartado anterior, la noche tiene sus desventajas.
Dándole la vuelta al asunto, hay ciertas ventajas que solo ofrece la mañana:
Puedes quedarte dormida durmiendo a los niños
Aunque este punto ya lo he descrito arriba, es una ventaja tan grande que tengo que volver a enunciarla aquí. Tanto si practicáis colecho como si no, cuando los niños ven que las luces de casa se apagan para todos y que ya no hay “diversión” en la casa, se quejan algo menos para dormir. Y tú no tienes que esforzarte en no quedarte dormida.
Pierdes la hora de hacer cosas “improductivas”
No podemos cambiar las horas que tiene el día, así que para que de tiempo a hacer algunas cosas, hay que prescindir de otras.
Cuando nuestros hijos crezcan, puede que volvamos a tener más horas libres. Mientras, tenemos que priorizar las cosas que queremos hacer. Eso, para bien o para mal, deja poco espacio para algunas actividades sin metas concretas (por ejemplo, el tiempo en medios sociales). De noche es cuando más tiempo se suele “perder” sin una meta en mente, ¿no crees?
Por las mañanas es más fácil ser productiva
A nadie le apetece levantarse temprano para estar chateando, lo que quiere decir que seguramente nadie te entretenga.
De igual modo, por la mañana solemos estar más concentrados y aunque te de por revisar mensajes, no te quedas mucho tiempo en ellos porque es fácil recordar “ya que me he levantado tan temprano, voy a aprovecharlo”.
Hay una hora límite inamovible
La hora a la que tienes que despertar a los niños o a la hora que se levanten ellos es una hora que no podrás retrasar por mucho que te apetezca.
A veces se despiertan incluso antes de lo previsto, así que sabes que tienes los minutos contados. Eso obliga a centrarse en lo más importante.

Consejos para dormir mejor de noche
Cada persona tiene sus ritmos de sueño: todos conocemos alguien que necesita dormir pocas horas para estar bien, mientras que otros necesitamos más. Pero lo que está demostrado es que la falta de sueño es una fuente de malestar. No solo es malo para la salud, es incluso peligroso para la sociedad, porque ir con déficit de sueño puede provocar accidentes de todo tipo.
Siempre supimos que el ser humano necesita dormir tanto o más que comer y beber, y ahora que vivimos en la época con más estudios científicos de la historia, está cada vez más documentado todo lo relacionado al tema. Aquí tienes los últimos consejos de los expertos sobre el sueño (debajo te lo resumo en español):
- Precaución con la cafeína: la cafeína de un café tarda de media 8 horas en salir del cuerpo. Lo que quiere decir que si te vas a acostar a las 22, el último café no debería tomarse más tarde de las 14.
- Evitar pantallas antes de dormir: la radiación que proyectan (aún en modo “noche”) actúa como cafeína para el cerebro, provocando un sueño menos reparador.
- Ejercicio moderado: practicar ejercicio de forma regular es beneficioso para un buen sueño, aunque algunos tipos de deportes muy vigorosos alteran y por eso deben evitarse 2 horas antes de dormir.
- Evitar historias que te dejen en vilo: ver películas de suspense o un capítulo que te deje con ganas de ver más no es lo mejor antes de dormir. Lo mismo pasa con un libro.
- Evitar alcohol: aunque se pensaba que relaja tomar una copita antes de dormir, se ha descubierto que aunque canse al cuerpo, el alcohol inhibe que el cerebro entre en la última fase de sueño, lo que quiere decir que si nos vamos a dormir con alcohol en el organismo, a la mañana siguiente no estaremos tan descansados.
- Cena ligera: cuando el cuerpo está ocupado digiriendo, le cuesta entrar en un estado de reposo óptimo.
- Cuidar la temperatura del dormitorio: donde vivo se suele tener una temperatura demasiado elevada, cosa que al parecer no es muy recomendable.
- Regularidad de horarios: lo ideal sería acostarse y levantarse siempre a la misma hora, para que el organismo se acostumbre al ritmo (creo que esto es el que peor llevo).
- Dieta que promueve un mejor sueño: este artículo explica que una dieta rica en proteína, fibra, potasio y magnesio está relacionada con un sueño más profundo.
Conclusión
Dormir lo suficiente es primordial para padres con niños pequeños, y aunque parece una tarea casi imposible, revisar los hábitos de sueño puede ser una gran ayuda.
En este post he contado mi experiencia personal acostándome temprano y he dejado un audio con recomendaciones para tener un sueño de mejor calidad.
Qué alegría saber que no solo me pasa a mi, jeje.
He tenido también, hace no mucho, problemas por la falta de sueño. He decidido que lo mejor era irme a la cama a la vez que mis hijos (de 2 y 4 años) y me da lo mismo lo que quede sin hacer. Mi marido trabaja fuera por una temporada y estoy sola con los niños, afortunadamente no trabajo fuera de casa ahora, pero necesito descansar cuerpo y mente.
Lo del móvil es lo que más me cuesta.
Muchas gracias por compartir tus experiencias.
Un saludo desde Cantabria.
Hola María,
qué admirable, ¡estar sola con los niños tantos días debe ser agotador!
A mi también me cuesta mucho lo del móvil, pero espero mantenerme consecuente a partir de ahora; aparte de porque lo digan los expertos, noto la diferencia de descanso mirando o no pantallas.
Muchas gracias por compartir el lema “me da mismo lo que quede sin hacer”. Me parece uno de los mantras más importantes que deberíamos repetirnos la mayoría de las madres.
Muchos ánimos desde Frankfurt.
Estoy totalmente de acuerdo.
Últimamente, los YouTuber que me gustan hablan que lo más importante es dormir bien acostándose temprano.
Es la mejor forma para la salud, antes que nada.
Pero a mi me cuesta mucho esta regularidad.
Es mi deber más urgente.
Muchísimas gracias por este magnífico artículo.