Cómo hacer té helado

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2 métodos fáciles para hacer té frío (sin que te quede amargo)

Mucha gente relaciona el té con una taza calentita.
Pero aunque una taza de té caliente es realmente reconfortante, el té frío está riquísimo.
Y realmente, es muy fácil de preparar en casa.

En este post te explico 2 maneras de preparar té frío en cuestión de minutos.

Para este post he usado este té negro, pero también queda muy bien el Earl Grey.

Método 1: Cold brew (prepararlo con agua fría)

Esta forma de hacer té helado necesita algunas horas de remojo, pero a ti no te va a costar más que unos segundos de trabajo.

Solo tienes que meter el té en un recipiente con tapa, añadir agua y dejar el recipiente metido en el frigorífico entre 4 a 8 horas (lo más cómodo es dejarlo en el frio la noche anterior).

Ventajas

• No necesitas calentar agua
• Es el método más fácil de preparar té
• Nunca queda amargo
• Tiene menos cafeína que el té preparado en agua caliente

Inconvenientes

• Tienes que prepararlo con horas de antelación
• Si quieres endulzarlo, necesitarás algún tipo de edulcorante líquido, como sirope o gotas de stevia
• Solo sirve para té “de verdad”: té verde, té blanco, té oolong o té negro (en algunos países se recomienda no usar este método para infusiones sin cafeína como la manzanilla o la menta)

Cómo hacerlo paso a paso

1. Coloca el té, ya sean hojas de té o té en bolsita, en un recipiente que puedas cerrar.
   Puedes usar por ejemplo una pequeña tetera como he hecho yo o una botella con la boca lo suficientemente grande para introducir el té cómodamente.
   Es recomendable que el recipiente esté cerrado para que el té no absorba otros olores del frigorífico.
2. Cúbrelo con agua fría o agua a temperatura ambiente.
   Debajo en “trucos” puedes leer cuánto té y cuánta agua recomiendo usar.
3. Cubre el recipiente y déjalo en la nevera durante una noche.
4. Retira el té.
   ¡Listo para tomar!
   Si lo quieres aún más frío, puedes servir con un poco de hielo, pero normalmente no hace falta porque ya está fresquito.

Trucos

¿Cuánto té y cuánto agua se necesita?

Para preparar té en agua fría necesitarás una cantidad parecida de té y de agua, aunque según mi experiencia, a ser posible es mejor usar un poquito más de té del que usarías al prepararlo en caliente.

Esto es porque cuando preparas el té en agua fría, suele saber más suave que cuando lo haces con agua caliente.

Por ejemplo, si quieres preparar 2 vasos de té frío, usa 3 bolsitas de té en vez de 2.

¿Cuánto tiempo exactamente tiene que estar el té en remojo?

Depende del tipo de té que uses.

Por ejemplo, el té verde japonés puede estar listo hasta en media hora.
El té que más tarda en estar listo es el té negro.
Si usas bolsitas en vez de té en hojas, también se prepara antes.

Pero normalmente, si lo dejas en el frigorífico 6-8 horas (una noche), cualquier tipo de té te va a quedar bien.

¿Qué pasa si dejo el té más horas en remojo?

Cuándo preparas el té en agua fría, no pasa mucho si lo dejas un poco más de tiempo.

De todos modos, intenta que no esté más de 10 horas, que por mucho que sea agua fría, puede terminar quedando amargo.

¿Pierde nutrientes por estar preparado en agua fría?

El té preparado en agua fría tiene menos cafeína que si está preparado en agua caliente.
Pero la cantidad de antioxidantes no cambia.
Al contrario, algunos estudios sugieren que algunos se mantienen mejor cuando no se usa agua caliente.

Puedes leer más sobre el té cold brew en mi receta para hacer Té verde frío.

Método 2: Enfriando el té rápido

Si quieres conseguir té rápido al momento, este el método para ti.

Solo necesitas tener cubitos de hielo preparados.

Ventajas

• Está listo en 10 minutos
• Si quieres endulzarlo, puedes usar azúcar granulado (o la alternativa que prefieras): se disuelve sin problemas
• Tiene la misma cantidad de cafeína que el té normal (si esto es algo importante para ti)

Inconvenientes

• Necesitas cubitos de hielo
• Tendrás que calentar agua (aunque no mucha)

Cómo hacerlo

Trucos

• El truco que uso y no suelo escuchar es usar poca agua al preparar tu té.
  De ese modo consigues un concentrado de té que sigue teniendo todo el sabor aunque los cubitos de hielo se derritan.
• Acuérdate de respetar los tiempos recomendados de reposo del té: si lo dejas demasiado tiempo en el agua, queda amargo

Y esto es todo lo que necesitas para disfrutar un té frío en casa.
Ambos métodos dan un té helado delicioso, así que puedes elegir la manera de prepararlo que mejor te convenga.

Más bebidas fresquitas:

• Zumo de sandía
• Lassi de mango
• Batido helado de oreo

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